Bueno, he estado bicheando un poco las útlimas entradas del blog
En fin, como ya comencé a subirla en su momento, aquí os dejo los tres enlaces a las tres partes anteriores, la introducción y las dos primeras partes del capítulo 1. Con esta entrada termino el capítulo 1, y ya iré subiendo más si veo que la historia gusta ;)
Aquí os dejo los enlaces:
INTRODUCCIÓN: EL MISTERIO DE LA PIRÁMIDE PERDIDA
CAPÍTULO 1: LO QUE SUCEDIÓ AQUELLA TARDE DE VERANO (1ª PARTE)
CAPÍTULO 1: LO QUE SUCEDIÓ AQUELLA TARDE DE VERANO (2ª PARTE)
CAPÍTULO 1: LO QUE SUCEDIÓ AQUELLA TARDE DE VERANO (3ª PARTE)
Nos acercamos a
la orilla poco a poco, retrasando el momento del salto para darle más emoción a
lo que íbamos a hacer. Cuando estamos a unos pasos de la orilla, por el rabillo
del ojo veo una sombra que se dirige a la orilla, coge impulso, y salta al
agua. El sonido del impacto nos llega un segundo después.
-¿Qué ha sido
eso?-pregunta Aileen, alterada
-No lo sé, pero
creo que es mejor que volvamos al templo y nos escondamos hasta que averigüemos
si es peligroso o no.
Volvemos atrás
muy despacio, sin hacer apenas ruido. La sombra misteriosa sigue en el agua y,
al parecer, todavía no se ha percatado de nuestra presencia. Llegamos al templo
y nos escondemos en la esquina donde dejamos nuestras cosas. Desde ahí, la
misteriosa sombra no nos ve, pero nosotras a ella sí.
-¿Quién crees
que puede ser? ¿No me dijiste que aquí no venía nadie?-me susurra Aileen.
-Al parecer,
quien quiera que sea también conoce nuestro escondite. Voy a acercarme un poco
más. Espera aquí.
-De acuerdo
No es que a
Aileen no le preocupe lo que pueda pasarme, sino que estamos acostumbradas a
que, cuando una de las dos se ofrece voluntaria para investigar algo realmente
peligroso, no podemos perder tiempo en discutir lo que nos puede pasar, así que
directamente acatamos la orden de quedarnos en el sitio.
Me acerco poco a
poco a la orilla del río, siempre agachada para camuflarme con la vegetación.
Por suerte, los cocodrilos que suele haber por aquí están en el otro lado del
río, de modo que no tengo que preocuparme por eso. Llego a la orilla y meto los
pies en el agua, escondiéndolos en un matorral que flota ligero sobre la
superficie. Estoy bien escondida, así que no creo que me vea. Resulta que la
sombra misteriosa es un chico, puede que un año mayor que yo, alto y musculoso,
con la piel y el pelo morenos. Lo veo de espaldas, así que en lo único que
puedo fijarme es en su ancha y perfilada espalda. Me quedo un rato
observándolo, embobada, hasta que, sin previo aviso, se da la vuelta y me mira
a los ojos fijamente. Me ha visto. Lo más lógico sería salir corriendo hasta
donde está escondida Aileen, pero me quedo atrapada es su mirada azul. Estoy
escondida entre los matorrales, pero me está mirando directamente a los ojos.
Nos quedamos así un rato hasta que él aparta la mirada, sale del río, y se va,
dejándome sola en la orilla. Me quedo sentada donde estoy, pensando en lo que
acaba de pasar. Cuando me despejo, me levanto del sitio y me dirijo hacia donde
está Aileen, esperándome.
-¿Y bien? ¿Qué
era?
-Era un chico,
creo que un año mayor que nosotras. Tenía pinta de ser de la ciudad, pero no lo
conozco de nada.
-¿Y quién podrá
ser?
-No lo sé,
Aileen… El caso es que ya no está, no sé a dónde habrá podido ir. En fin, ¿qué
te parece si nos metemos de una vez en el agua?
-¡Sí! Vamos a
ello.
Nos pasamos el
resto del día nadando, esquivando a los cocodrilos y saliendo del agua solo
para comer y tomarnos algún refresco. Al cabo de un rato, ya he olvidado al
chico de la mirada azul, como he decidido llamarlo. Cuando ya empieza a
anochecer, decidimos que es hora de volver a casa. Por el camino, le comento a
Aileen lo que escuché anoche en la televisión.
-¿Y dices que se
la encontraron muerta? ¡Eso es horrible! ¿Qué le pasaría?
-Ni idea-digo-.
Pero yo tengo unas ganas enormes de buscar esa pirámide y averiguar que hay
dentro de ella. ¿Tú no?
-Pero, Nicole,
suena muy peligroso. Ya has visto lo que le pasó a esa pobre mujer. Podrías
morir.
-Sabes que no,
he hecho cosas peores y nunca me ha pasado nada, ¿no? Tengo que buscar esa
pirámide. ¿Te apuntas?
-Bueno… está
bien, pero solo para vigilarte de cerca.
-¡Genial! Nos
vemos mañana. ¡Buenas noches, Aileen!
-Buenas noches.
Me voy a mi
cuarto directamente, diciéndole a mi padre al pasar por la cocina que estaba
muerta de cansancio y no tenía ganas de cenar. Mañana intentaría averiguar más
sobre esa pirámide y sobre el misterioso chico de la mirada azul.
Y hasta aquí la entrada de hoy. ¡No olvidéis comentar! ¡Y, por supuesto, no olvidéis participar en el concurso de relatos!
Mariaaaa sigues escribiendo muy bien jajajaja espero el capitulo dos.
ResponderEliminarNo te meto prisa pero para ayer es tarde
Jajaja muchas gracias :D iré subiendo el capitulo 2 más adelante jajaja al final terminaré la historia, aunque la verdad es que es bastante larga jaja
EliminarDesde zaragoza leyendote buena historia espero que la continues pronto que intriga bastante
EliminarAy, muchas gracias ^^ Espero subir la siguiente parte muy pronto!
Eliminar😍😍😍😍😍 me encantaaa!!!! Le he hecho leerselo a mi novio tambien, sigue escribiendo que se te da muy bien
ResponderEliminar¡Muchas gracias!😁Esta tarde seguramente subiré la primera parte del capítulo 2😊(me quedaron muy largos como para subirlos enteros). Así que, ¡atentos al blog!
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