¡Hola a tod@s, lectores!
Aquí os dejo el esperado, ¡capítulo 9! Este he intentado hacerlo un poco más largo, aunque no tiene tantas sorpresas como los anteriores, me reservo para el siguiente capítulo ;)
También deciros que he decidido participar en el concuros "Crea tu pasaje de miedo", concurso que han abierto Cassia y Katris, del blog Dos divergentes mentalmente desorientadas. Podeis leer la base del concurso clicando en la imagen de la derecha. ¡Espero que algun@s de vosotr@s participéis! Jaja ¡Suerte a todos los que se decidan a ello! ¡La competencia es muy dura!
Pues nada, aquí os dejo el capítulo. ¡No olvidéis comentar!
No lo soporto más. Llevo una semana en este estúpido internado y ya estoy deseando que acabe el curso. Aunque, por desgracia, como mis padres son profesores tendré que pasar el verano aquí también. Genial...
Iliana ha intendao explicarmelo todo una y otra vez, pero no quiero seguir escuchándola. Por lo menos, ya no corro peligro de morir, porque me ha pasado una lista con los días que tengo prohibido salir al campus. Hoy domingo, puedo salir sin problemas. Menos mal. No soportaría pasarme todo un día encerrada. Cojo mis libros y los meto en mi mochila junto con el estuche y todos mis materiales. Hace un día perfecto para estudiar al aire libre.
Me visto y salgo de mi habitación. Iliana todavía no ha llegado. Anoche me dejó otra nota diciendo que dormiría fuera. Me explicó que las ninfas necesitan estar cerca de la naturaleza, por eso muchas noches duerme en lo alto de un árbol o en la madriguera de algún conejo. Dice que, si no lo hace de vez en cuando, podría morir por falta de energías. También que yo debería empezar a hacer algo parecido. Al ser un unicornio, necesito estar cerca de la naturaleza incluso más que ella. Pero de momento no me he notado falta de fuerzas. Aunque seguro que no tardaré mucho en notarlo...
Salgo al campus y me dirijo a un árbol solitario. Me siento a la sombra, enciendo mi portátil, conecto los cascos y me pongo a estudiar. La verdad es que hace un día perfecto.Me alegra haber salido un poco de mi cuarto. Tenía la cabeza embotada de tantas ideas.
Al cabo de hora y media, decido que es hora de hacer un pequeño descanso. Abro mi correo y compruebo que tengo un mensaje de Elisabeth, mi mejor amiga de la infancia.
¡Hola Ireth!
¿Qué tal? ¿Ya te has olvidado de mi? Jaja. Espero que no. Aquí seguimos igual. Te echamos todos muchísimo de menos. A ver cuándo vienes de visita, ¿no? ¡Tengo que contarte un montón de cosas!
¡Besitos!
Esta Eli es de lo que no hay. La quiero un montón, pero está algo loca. Será por eso que la quiero tanto. No sé que haría sin ella. Decido responderle.
¡Hola Eli!
Tranquila, que no me he olvidado de ti. ^^ Yo estoy bien, un poco liada, pero bien. El internado no es un sitio tan malo como creía. Creo que en navidades me dejan salir, ¿que te parece si os hago una visita en esa fecha? ¡Yo también tengo mucho que contarte!
¡Te quiero!
Listo. Ya está enviado. Puede que no le diga toda la verdad, pero no sabría cómo explicarlo todo lo que me ha pasado en sólo una semana... Sería demasiado para ella...
Después de haber revisado el correo, me paso por mi Tuenti y mi Facebook. Solo tengo un par de peticiones de amistad en Facebook y un mensaje privado en Tuenti, también de Eli. Una vez echo esto, me paso por mi blog y respondo a un par de comentarios antes de escribir la siguiente entrada que publicaré. Es un día perfecto para escribir, y no pienso desaprovecharlo.
Cuando voy por la mitad de la entrada, alguien me tapa el sol de repente.
-¡Hola!
-¡Ah! Eres tú, Maynarce. Hola.
-¿Qué haces aquí tú sola?
-Nada, he pensado que hacía un buen día para pasar el rato fuera, ¿no?
-Tienes razón. ¿Te importa si me siento?
-Para nada.
Y se sienta a mi lado. La verdad, no esperaba encontrármelo hoy, pero veo que me equivocaba. Sigo escribiendo mientras él echa un vistazo al monitor.
-¿Qué estás escribiendo?
-Nada, una entrada para mi blog.
-¿Tienes un blog?
-Si.
-Guay, me tienes que pasar el enlace.
-Claro, luego te lo paso.
-Genial, muchas gracias.
-Denada.
Nos quedamos callados sin nada que decir. Después de un rato sin hablar, Maynarce rompe el silencio.
-Oye, estaba pensando, el fin de semana que viene nos dejan salir del internado, y estaba pensando si te gustaría pasar el sábado conmigo.
Creo que he oído mal. ¿Maynarce me acaba de pedir una cita? ¿A mí?
-Cla..claro. Me encantaría.
-Genial, te recojo el sábado a las 8 en la puerta del internado.
Y, dicho esto, se levanta y se va. Todavía estoy bastante sorprendida con lo ocurrido. ¿En serio tengo una cita con el chico más guapo del internado? ¡Si! ¡No me lo creo! Al parecer, mi suerte ha dado un giro brusco. Pero no creo que mi racha de suerte dure mucho...
Hummm, siempre sabes darle ese toque de intriga a cada capítulo, ese toque de intriga que hace que sigas queriendo leer el siguiente, ese toque de intriga que hace a esta historia realmente interesante, sigue así, no cambies.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste ^^
Eliminar¡Besitos!