jueves, 18 de abril de 2013

MI OSCURO CAMINAR

 ¡Hola a tod@s! Aquí os dejo otra de mis historias. Es una historia independiente de MI VIDA TRAS LA VENTANA, pero como no se cuando estará el capítulo 7, os dejo esta historia :)
Aprovecho también esta entrada para decir que Gabriela, del blog La vida de Clove ha comenzado un nuevo blog con ayuda de Esti, Cada ola a la deriva es una historia que contar. Es un blog genial, merece la pena pasarse a leerlo. (si no lo hacéis, os podéis dar por muertos ,¿eh?) Bueno, nada más que decir.
¡Aquí os dejo mi historia! ¡Y no olvidéis comentar!


No sé qué hago aquí. Bueno, en realidad, si lo sé, pero no quiero creerlo. Mis pies me dirigen por un oscuro pasillo. No se ve nada, solo soy capaz de distinguir el contorno de mi maltratado cuerpo que, poco a poco, se va difuminando y pasa a formar parte de esta eterna negrura. No siento nada, ni frío ni calor, ni tristeza ni alegría... Nada... Tengo la impresión de que llevo horas y horas caminando, pero seguramente solo hayan pasado unos minutos de nada. Todavía tengo claros algunos de los sucesos que me han llevado hasta donde ahora me encuentro. Os contaré la historia de cómo he llegado a este oscuro caminar...
Todo ocurrió en una calurosa tarde de verano. Llegaba tarde a mi cita, como siempre. Salí de mi casa cinco minutos antes de la hora a la que había quedado con mi chico. ¡No me lo puedo creer! ¡Es la enésima vez que voy a llegar tarde! No sé como él me soporta todavía. Salgo a correr tanto como me permiten mis piernas y las cuñas que llevo puestas. No voy a llegar, ¡no voy a llegar! Sigo corriendo para poder llegar a tiempo, aunque sé que ya no puedo hacer nada para lograrlo. Si no se ha ido todavía, es un milagro.
¡Mierda! Un semáforo. Me paro justo antes de que un coche me lleve por delante. ¡Uf! Por poco.
Ya llego cinco minutos tarde. No puedo creer que me haya vuelto a pasar. De repente, suena un WhatsApp en mi Blackberry. Es él.

¿Tardas mucho? Llevo diez minutos esperando. No tardes.

 No puedo creer que, a pesar de todo, me siga esperando. Voy a responderle pero, en ese momento en el que estoy cruzando la última calle que me queda para poder llegar a él, suena un chirrido, un pitido y, al instante, todo se vuelve negro.
Aquí la tenéis. No puedo creer que todo esto haya ocurrido por mi culpa. Si no lo hubiese hecho... Si no hubiese engañado a mi novio con su mejor amigo, nada de esto habría sucedido. Todo estaría igual. Yo seguiría siendo feliz junto a él. Pero, lo más importante... seguiría viva, a su lado. Pero ya no hay vuelta atrás. La vida es demasiado caprichosa, y no suelta fácilmente las vidas que se lleva por delante. No puedo cambiar mis actos. No puedo escapar de mi oscuro caminar.

2 comentarios:

  1. Oh Dios Mio! Es genial! Está chulísima. ¿Como haces para tener tan buenas ideas? Cada vez que yo intento escribir no se me ocurre nada...

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    1. La verdad, me sale solo. Sobre todo en los intercambios entre una clase y otra jaja. Mi mente se va de 'viaje', por así decirlo, y vuelve con una historia montada. Pero la verdad es que esta historia está inspirada en una historia del blog Cada Ola a la Deriva es una Historia que Contar. El relato se titula Abuelo, y esta escrito por Esti. Creo que, si no me lo hubiera leído, nunca habría surgido esta historia. :)
      ¡Besitos!

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Bueno, aunque siempre lo digo, solo unos pocos me comentan. Un blog se alimenta de comentarios, ¡y la escritora también! Vuestros comentarios me animan a seguir escribiendo historias, reseñas... En fin, ¡cualquier cosa! Así que ya sabéis, ¿por qué no me dejáis un comentario? ;)

Gracias por tu comentario, en breve se publicará.